Los días marcados son muy, muy peligrosos.
Predisponemos intención a la intemperie.
Tengo miedo de
que mañana
sea el día
en el que,
por fin,
nos arrastre la marea
y nos convirtamos en espuma
y deshagamos el abrazo
y sólo quede de nosotros
un grito
un esbozo
un estrago
un nido vacío
una gota de tinta
disuelta en lágrimas, y viceversa.
Y qué más da
si al final todo
es
lo mismo.
jueves, 12 de octubre de 2017
martes, 23 de mayo de 2017
todas las rosas que nacieron en mi pecho
Me siento profundamente culpable
por condicionar una vida
al designio de una egoísta que sólo
quiere
ser
libre.
Todas las rosas que nacieron en mi pecho
fueron ahogadas y escondidas,
hasta que la angustia me devoró por dentro,
y explotó.
Las rosas siguen naciendo, y yo las sigo matando
para que nadie me vea llorar.
Que la voz rota no me la cure nadie.
Que hagan oídos sordos ante mis gritos de auxilio.
Por favor,
entierra a mis rosas muertas.
Sabes donde están porque
cada latido es una coordenada.
Y tú siempre supiste escuchar.
domingo, 2 de abril de 2017
lejos
"Si puedes esperar hasta que llegue a casa,
te juro que valdrá la pena".
Es el estribillo de nuestra canción y me lo repito
entre lágrimas cada noche.
Pero cada vez me produce más pavor
el hecho de volver a verte.
Me autoconvenzo de que mi pensamiento mágico no es válido.
Trato de esconder lo que me salva.
Sé que al otro lado del teléfono voy a encontrarme con un pitido sordo
y un contestador.
Ojalá tu voz gritándome desde el otro lado.
Ojalá tus manos apretándome la cintura,
Ojalá tu pecho en mi espalda.
Ojalá tú.
sábado, 4 de febrero de 2017
besa
Besa.
Besa mientras escribes.
Besa antes de dormir.
Besa al ir a clase.
En mi recuerdo solo quedan recodos de tu orden.
Besa.
Besa bajo las sábanas.
Besa temblando de miedo.
Besa escribiendo en esquinas.
Y tú de eso ya no te acuerdas.
Besa.
Y sé que me estás leyendo.
Y sé que te muerdes la lengua.
Y sé que te hubiera gustado transformar
esa palabra en un acto real.
Besa.
Una niña que se agarra a las faldas de su madre,
mientras atraviesas puertas cerradas
con toda la furia de un enfermo
que busca salir al exterior.
Cuando esa niña lloraba,
se encerraba en un castillo amarillo,
con una fuente de arcoiris
y una estrella con su nombre.
Cuando esa niña lloraba,
y quería romper su cuerpo,
tú solo gritabas:
¡besa!
Como si el verbo hiciera milagros.
Esa misma niña que está en la portada de tu libro,
mirando hadas con ojos curiosos
y consolando cebollas que lloran.
Justo esa,
que has querido curarla
cuando ya estaba descosida.
Besa.
Me convertí en una personificación de ese imperativo.
Pero, afortunadamente,
eso solo
lo entiendes
tú.
Besa mientras escribes.
Besa antes de dormir.
Besa al ir a clase.
En mi recuerdo solo quedan recodos de tu orden.
Besa.
Besa bajo las sábanas.
Besa temblando de miedo.
Besa escribiendo en esquinas.
Y tú de eso ya no te acuerdas.
Besa.
Y sé que me estás leyendo.
Y sé que te muerdes la lengua.
Y sé que te hubiera gustado transformar
esa palabra en un acto real.
Besa.
Una niña que se agarra a las faldas de su madre,
mientras atraviesas puertas cerradas
con toda la furia de un enfermo
que busca salir al exterior.
Cuando esa niña lloraba,
se encerraba en un castillo amarillo,
con una fuente de arcoiris
y una estrella con su nombre.
Cuando esa niña lloraba,
y quería romper su cuerpo,
tú solo gritabas:
¡besa!
Como si el verbo hiciera milagros.
mirando hadas con ojos curiosos
y consolando cebollas que lloran.
Justo esa,
que has querido curarla
cuando ya estaba descosida.
Besa.
Me convertí en una personificación de ese imperativo.
Pero, afortunadamente,
eso solo
lo entiendes
tú.
jueves, 22 de diciembre de 2016
amanece
Las siete de la mañana se han convertido en un tarde, muy tarde.
Sigo gritando tu nombre de madrugada.
Se me hiela el pecho y cierro las ventanas.
sábado, 22 de octubre de 2016
Granada
Y yo, ilusa de mí,
creía que saliendo de ti,
de tu abrazo, de tu mente,
de tu amor, tu celo y tu miedo
podría escribir
más y mejor.
No tenía ni idea de lo equivocada que estaba.
Ahora mis poemas solo valen
si estoy nublada de alcohol,
si me escondo bajo las sábanas temblando.
Lo que es lo mismo, muy triste.
Ni yo misma sé de qué color está la luna
como para escribir sobre ella.
No me importa.
Porque tú no estás.
Y ya no queda tinta.
Ni hojas.
Ni espacios
en blanco.
Ni tiempo.
Nada.
creía que saliendo de ti,
de tu abrazo, de tu mente,
de tu amor, tu celo y tu miedo
podría escribir
más y mejor.
No tenía ni idea de lo equivocada que estaba.
Ahora mis poemas solo valen
si estoy nublada de alcohol,
si me escondo bajo las sábanas temblando.
Lo que es lo mismo, muy triste.
Ni yo misma sé de qué color está la luna
como para escribir sobre ella.
No me importa.
Porque tú no estás.
Y ya no queda tinta.
Ni hojas.
Ni espacios
en blanco.
Ni tiempo.
Nada.
domingo, 21 de agosto de 2016
nunca
"No sé por qué has tomado esta decisión, pero quiero que sepas que no volveré a ser feliz. Nunca"
Y esa fue mi inocente declaración de amor
unos cuantos años atrás.
Más de media vida arrepintiéndome
de haber quitado esa nota de tu libro.
De haber pensado que tal vez
ocultar mi tristeza sería mejor para los dos.
Millones de veces me he planteado
qué es lo que hubiera pasado si esa frase
hubiese llegado a tus manos.
Tal vez ahora
no serían las sábanas las que me arropan
sino tus brazos inmensos, infinitos.
Y pasar mañanas eternas desayunando buñuelos con chocolate,
croissants con chocolate,
crêpes con chocolate y azúcar...
Qué más da.
Suspiré. Me grité ¡egoísta! desde dentro.
Agarré el papel y lo rompí con cuidado
en pedazos.
Como quien rompe un corazón.
Fue lo mejor, pero no para los dos.
Solo para ti.
Siempre por ti.
Y esa fue mi inocente declaración de amor
unos cuantos años atrás.
Más de media vida arrepintiéndome
de haber quitado esa nota de tu libro.
De haber pensado que tal vez
ocultar mi tristeza sería mejor para los dos.
Millones de veces me he planteado
qué es lo que hubiera pasado si esa frase
hubiese llegado a tus manos.
Tal vez ahora
no serían las sábanas las que me arropan
sino tus brazos inmensos, infinitos.
Y pasar mañanas eternas desayunando buñuelos con chocolate,
croissants con chocolate,
crêpes con chocolate y azúcar...
Qué más da.
Suspiré. Me grité ¡egoísta! desde dentro.
Agarré el papel y lo rompí con cuidado
en pedazos.
Como quien rompe un corazón.
Fue lo mejor, pero no para los dos.
Solo para ti.
Siempre por ti.
miércoles, 17 de agosto de 2016
sacadme de aquí
Sacadme de aquí porque quema.
Sacadme de aquí porque sigue importando.
Sacadme de aquí porque no entiendo nada.
Escribo esto expresamente para que tú lo leas,
y para decirte que es suficiente.
Que el daño ya está hecho.
Ya te ofrecí mi último regalo de cumpleaños.
¿y aún no lo ves?
Lo bueno de tocar fondo es que,
ahora,
tan sólo toca subir.
He perdido millones de batallas,
pero te juro por ella
que esta guerra la ganaré yo.
Léeme y sufre conmigo, porque al fin y al cabo,
cada poema es otra lágrima,
otra canción triste,
otra noche sin ti.
Sacadme de aquí.
Es importante.
No sé si soportaré otro golpe,
porque este ha dolido como cien mordiscos desde dentro.
Sacadme de aquí.
Porque te sigo queriendo.
viernes, 12 de agosto de 2016
otra vez
Voy tachando verso a verso para darme cuenta de que,
otra vez,
la soledad es demasiado dura como para poder escribirla.
Se adhiere a mis costillas desde dentro y rasga,
ni te imaginas cuánto.
No te asumo.
Arañazo.
Sigo soñando contigo.
Mordisco.
Tengo dudas sobre qué fui.
Hendidura.
Vuelves a estar en mi cabeza.
Desgarro.
Ahora más que nunca,
todas y cada una de las mariposas que tocaron mi estómago
cuando te rocé el iris por primera vez,
se vuelven mortíferas.
'Olvídalo ya. Lo tienes clavado.'
¿Por qué no hay olvido?
¿Por qué eres reincidente en mi cabeza?
¿Qué tienes con mis recuerdos, que no los sueltas?
Y, otra vez,
vuelvo a mi sótano de tristeza,
de humo, de sangre, de lágrimas e intentos de olvido
mientras poco a poco
voy rompiéndome.
Otra vez.
lunes, 27 de junio de 2016
me he vuelto a romper
Se me ha olvidado ser.
Ya no estoy.
Me tropiezo al bailar.
Los cristales se clavaron entre mis dedos.
He vuelto a llorar.
A deshacerme en añicos
desparramados por tu cama, siempre mojada
y llena de alergias a tu piel.
He vuelto a gritar
tu nombre al vacío.
Ni el eco quiere responderme,
solo por si acaso.
Me he vuelto a romper.
Y lo más triste de todo
es que sin ti
no necesito más que eso,
ser consumida,
ser irreparable,
ser sin ti.
Ya no estoy.
Me tropiezo al bailar.
Los cristales se clavaron entre mis dedos.
He vuelto a llorar.
A deshacerme en añicos
desparramados por tu cama, siempre mojada
y llena de alergias a tu piel.
He vuelto a gritar
tu nombre al vacío.
Ni el eco quiere responderme,
solo por si acaso.
Me he vuelto a romper.
Y lo más triste de todo
es que sin ti
no necesito más que eso,
ser consumida,
ser irreparable,
ser sin ti.
jueves, 24 de marzo de 2016
metamorfosis invertida
La mariposa volvió a gusano,
y yo me transformé a estar sin ti.
Una metamorfosis invertida se ha apoderado de mí
y me obliga a enmarañarme con las sábanas
que me gritan sin descanso,
una y otra vez:
SIN TI
SIN TI
SIN TI
Yo trato de ahogar los gritos con lágrimas,
con suspiros,
con lo que sea.
Pero no funciona, no es justo.
La mariposa volvió a gusano.
Y yo me acojono al saber
que no soy
sin ti.
y yo me transformé a estar sin ti.
Una metamorfosis invertida se ha apoderado de mí
y me obliga a enmarañarme con las sábanas
que me gritan sin descanso,
una y otra vez:
SIN TI
SIN TI
SIN TI
Yo trato de ahogar los gritos con lágrimas,
con suspiros,
con lo que sea.
Pero no funciona, no es justo.
La mariposa volvió a gusano.
Y yo me acojono al saber
que no soy
sin ti.
siendo
Siendo poeta,
siendo arte,
siendo vendida.
Siendo tinta que tienta tu aliento,
siendo tonta,
siendo tuya.
Siendo poema en folio reciclabe,
siendo borrón y cuenta nueva,
siendo punto
y
final.
siendo arte,
siendo vendida.
Siendo tinta que tienta tu aliento,
siendo tonta,
siendo tuya.
Siendo poema en folio reciclabe,
siendo borrón y cuenta nueva,
siendo punto
y
final.
jueves, 4 de febrero de 2016
yo solo sonreía
Yo solo sonreía.
No pude aguantar tus dedos recorriendo mis mejillas,
limpiando lágrimas de arrepentimiento,
de culpa,
lágrimas que no eran mías.
Lo hice mal,
lo hiciste mal,
pero tuve que vivirlo
para saber que fue malo.
Porque si yo no me hubiera pasado todos esos amaneceres
tendida en la cama de tu habitación,
nunca hubiera podido imaginar
que nunca te quise,
que tus muestras de afecto estaban vacías,
que no eras nada.
Me alejé de quien realmente
me ayudaba a levantarme
o caía conmigo,
solo para comprobar que estaba equivocada.
Y yo solo sonreía.
Porque no te quise.
No te lo mereces.
Gracias por abrirme mis ojos
ciegos de lágrimas
y ayudarme a ver que
quien siempre me quiso
nunca se fue.
No pude aguantar tus dedos recorriendo mis mejillas,
limpiando lágrimas de arrepentimiento,
de culpa,
lágrimas que no eran mías.
Lo hice mal,
lo hiciste mal,
pero tuve que vivirlo
para saber que fue malo.
Porque si yo no me hubiera pasado todos esos amaneceres
tendida en la cama de tu habitación,
nunca hubiera podido imaginar
que nunca te quise,
que tus muestras de afecto estaban vacías,
que no eras nada.
Me alejé de quien realmente
me ayudaba a levantarme
o caía conmigo,
solo para comprobar que estaba equivocada.
Y yo solo sonreía.
Porque no te quise.
No te lo mereces.
Gracias por abrirme mis ojos
ciegos de lágrimas
y ayudarme a ver que
quien siempre me quiso
nunca se fue.
jueves, 28 de enero de 2016
alas de papel
Con ternura,
porque es lo único que me queda,
te observo mientras duermes
y emprendo mi vuelo.
Con mis alas de papel observo el mundo,
yermo, marchito. Agotado y saciado de todo.
Agonizando y suplicando suicidio.
Mis alas están a punto de arder, no son muy grandes,
pero el sol se encarga de que su mecanismo
empiece a fallar.
Quiere que forme parte de ese mundo condenado.
Resignarme a ser sólo un mecanismo muerto,
una tara en la espalda.
Un vuelo perdido.
Quisiste avisarme, pero no estabas preparado
para advertirme del peligro que resultaba volar.
Ahora no soy capaz de regresar a tu lado.
Nunca podré volver a verte dormir.
A no ser de que mis alas de papel se conviertan
en la misma ceniza de la que el mundo está formado.
El mecanismo no deja de girar.
Y yo te observo mientras duermes
con ternura,
porque en este mundo muerto
es lo único que me queda.
porque es lo único que me queda,
te observo mientras duermes
y emprendo mi vuelo.
Con mis alas de papel observo el mundo,
yermo, marchito. Agotado y saciado de todo.
Agonizando y suplicando suicidio.
Mis alas están a punto de arder, no son muy grandes,
pero el sol se encarga de que su mecanismo
empiece a fallar.
Quiere que forme parte de ese mundo condenado.
Resignarme a ser sólo un mecanismo muerto,
una tara en la espalda.
Un vuelo perdido.
Quisiste avisarme, pero no estabas preparado
para advertirme del peligro que resultaba volar.
Ahora no soy capaz de regresar a tu lado.
Nunca podré volver a verte dormir.
A no ser de que mis alas de papel se conviertan
en la misma ceniza de la que el mundo está formado.
El mecanismo no deja de girar.
Y yo te observo mientras duermes
con ternura,
porque en este mundo muerto
es lo único que me queda.
lunes, 25 de enero de 2016
y es que ya
Y es que ya
no nos decimos te amo.
Suenan sucios, como llenos de mierda.
No quiero tus te amo manchados de mentira.
Me niego.
Pero ya
no decimos te amo.
Y es triste porque
si no es a ti,
no quiero amar a nadie más.
Lo siento.
Te quiero.
Te amé.
viernes, 8 de enero de 2016
vuelta
He reído.
He llorado.
He comenzado un nuevo año.
He cumplido dieciocho años.
He vuelto.
Y sigo escribiendo.
Sigo riendo.
Sigo llorando.
Sigo sufriendo.
Pero
sigo
aquí.
Hace tiempo que tenía ganas de decir esa frase, se me llena la boca, se me manchan los dedos de tinta escribiéndolo.
SIGO AQUÍ.
A pesar de todo.
Siempre vuelta a levantar.
"Nunca he tenido el corazón tan rojo. Salta por la ventana. ¡Valiente!"
jueves, 26 de noviembre de 2015
aquellos a los que le importa
Y realmente
a esos pocos a los que le importa,
no.
Llevo mucho tiempo resignándome a sentirme "bien"
tan sólo para evitar preocupaciones.
(Sólo ya no lleva tilde, pero me gusta acentuar
el vacío que provoca la palabra.)
Es tan poco poético que roza la incoherencia.
Y aquí lanzo mi pregunta.
¿Tendré que seguir estando "bien" para seguir escribiendo?
¿O habrá finalizado mi inspiración para siempre?
lunes, 2 de noviembre de 2015
bienvenido mi noviembre
Hola, Noviembre.
Te dije que te vería pronto, a pesar de las expectativas de doce meses sin ti.
Bienvenido, mes que nunca fallas.
Serás grande, muy grande, nos lo juro,
porque tienes treinta días para hacer con el mundo lo que te dé la gana.
Sin embargo, solo lo mojas con tus lágrimas
o lo sofocas con tu extraño calor.
Noviembre.
Mi Noviembre.
Ilustración por EvannotE
domingo, 25 de octubre de 2015
nunca
Nunca te pedí una vuelta a casa.
Nunca lloré tu falta.
Nunca recordé tu nombre.
Nunca volví la espalda.
Nunca te eché de menos.
Nunca bailaste en mi recuerdo.
Nunca pasé frío sin tu abrazo.
Nunca añoré tu beso.
Y lo más importante,
antes de que se me olvide:
nunca te quise.
(Viviría mil vidas
con tal de que todo esto
jueves, 1 de octubre de 2015
confesiones de verano
Este verano me doy miedo.
Escribo como defensa propia,
pero me ataco a mí misma.
Rompo a llantos la jaula que intenta proteger
un corazón de cristal vencido por los años.
Yo sólo necesito algo que me ayude a repararlo.
Algún tipo de pegamento invisible que consiga fijar
todos los trozos de lo que un día fue alguien.
Alguien... quien era yo hace algún tiempo, tal vez.
Me empiezo a echar de menos,
me rompo a pedazos,
me tiro a la basura
y dejo.
Escribo como defensa propia,
pero me ataco a mí misma.
Rompo a llantos la jaula que intenta proteger
un corazón de cristal vencido por los años.
Yo sólo necesito algo que me ayude a repararlo.
Algún tipo de pegamento invisible que consiga fijar
todos los trozos de lo que un día fue alguien.
Alguien... quien era yo hace algún tiempo, tal vez.
Me empiezo a echar de menos,
me rompo a pedazos,
me tiro a la basura
y dejo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)